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El deporte en Cuba, Tierra de Campeones

Cayó Cuba en final Mundial de beisbol

 

Estados Unidos es el nuevo campeón mundial de béisbol tras vencer a Cuba en el desafío final de la trigésimo séptima edición de los certámenes del planeta, en un choque en el que los ganadores fueron superiores en todos los aspectos del juego. El marcador 6-3 mostró la diferencia de calidad en el partido, aunque también resultó expresión de combatividad por parte del elenco cubano.

Un segundo capítulo en el cual los norteamericanos ligaron tres imparables, combinados con tres boletos, dieron las tres primeras carreras. Una entrada después volvieron a marcar al pegar tres inatrapables más, incluyendo un doble impulsor del receptor Jaramillo. En el cuarto, el jugador más valioso del torneo, Jason Nix puso una más con su largo cuadrangular por el izquierdo, mientras que en la séptima repitieron con tres cohetes más, uno de ellos biangular, para marcar la sexta. Todo eso frente a cuatro lanzadores, pues ni Elier Sánchez ni Vladimir Baños permitieron libertades a sus contrarios.

Cuba en tanto logró pisar dos veces el plato en el quinto episodio también con tres incogibles, el tercero —el de Alfredo Despaigne— impulsor de las dos anotaciones. En el octavo, Yulieski Gourriel pegó doble y fue remolcado por Mayeta para cerrar su producción de carreras en el juego.

Está claro que un juego de pelota lo gana cualquiera cuando el nivel es parejo, incluso hasta con marcadas diferencias de calidad también ocurre así. Lo que si es muy difícil que el contrario juegue mejor y se le gané. Justamente eso fue lo que ocurrió en esta final.

La plantilla estadounidense jugó mucho mejor. Sus cuatro lanzadores, cumplieron los objetivos para los que fueron llamados, algo que no sucedió con los pitchers cubanos; segundo la defensa norteamericana lució inmensa en más de una conexión que pudo ganar categoría de jit, y tercero, dio una disertación de buena mecánica de bateo, entiéndase como excelentes respuestas a los planteamientos tácticos de los serpentineros adversarios. En este orden los bateadores cubanos fueron todo lo contrario.

Por ejemplo, Yadel Martí es un lanzador de bolas en las esquinas, con un slider efectivo, pero más bien lento, su recta no es ultra rápida y su ángulo de salida es más bien alto, por encima del hombro; Norberto González es un pitcher zurdo lateral; Yunieski Maya, derecho, tira la pelota con un ángulo un poco más bajo que Martí, y es mucho más rápido, en tanto Jonder combina mejor sus envíos, y se diferencia en la salida de la esférica, además, los movimientos de cada uno de ellos para lanzar son también muy distintos.

Ante toda esa gama de características, apreciamos las modificaciones de los bateadores estadounidenses para conectar. No le tiraban igual a una curva que a una recta, tampoco a una slider, en fin ajustaron sus swines al lanzamiento que encontraban, de ahí el feroz castigo de 14 imparables sobre el pitcheo cubano.

Para ilustrar mejor, en el caso de Cuba, nuestros bateadores le iban igual a cualquier envío, por lo cual más de uno se vio mal, en este juego y en otros del certamen. Mayeta lo hizo bien en el octavo, en dos strikes recortó su swing y sacó la línea que trajo a Yulieski con la tercera carrera. Esto no quiere decir que no hubo combatividad, pues vimos cómo hasta en conteos de dos strikes sin bolas, literalmente los cubanos se fajaron con los pitcher y lograron conectarle. Incluso ante un equipo de calidad como lo es este Estados Unidos, salir cinco debajo e ir metiéndose en el juego, solo está al alcance de los que luchan y tiene calidad.

El problema se agudiza más cuando se dejan escapar pelotas buenas para conectar, fueron muchas las bolas bateables en conteos favorable que dejamos pasar y entonces el bateador queda en desventaja, pues tiene menos posibilidades para decidir las modificaciones o ajustes ante el lanzamiento.

Claro que toda Cuba siente el revés, no por haber perdido frente a Estados Unidos, sino porque cayó el béisbol, esa pasión nacional a la que no escapamos ninguno de los que vivimos en esta isla. Sin embargo, este sigue siendo un equipo grande, que sabe levantarse y con el cual se puede contar para empeños mayores como los Juegos Olímpicos y el segundo Clásico Mundial.

Sin embargo, hay que analizar lo mencionado con la ofensiva, y redefinir algunos renglones a la defensa. No hablamos solo de no cometer errores, sino de aptitudes para desempeñarse en determinadas posiciones, pues en el béisbol moderno los juegos también se ganan evitando jits y resolviendo con cualidades y acertado pensamiento táctico situaciones críticas en el partido.

Creemos que ha sido un campeonato de mucha calidad, lo cual es muy bueno para el béisbol en su carrera para regresar a los Juegos Olímpicos tras la ausencia que tendrá en Londres-2012.

Tomado del diario Granma

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